La casona de los Marqueses de La Quinta Roja
constituye un inmejorable ejemplo de la arquitectura doméstica
tradicional del barroco insular. Se ubica en el mismo conjunto
monumental de la Villa y Puerto de Garachico, junto al antiguo
convento de San Francisco, la Casa de Los Condes de la Gomera, el
ayuntamiento y a la iglesia de Santa Ana, y constituye uno de los
referentes históricos de todo un entorno urbano.
Debe su nombre a don Cristóbal de Ponte y Llanera, primer Marqués de La Quinta Roja,
Caballero de la orden de Alcántara, Alguacil mayor de Tenerife y
maestre de campo del tercio de daute y descendiente directo de don
Cristóbal de Ponte, banquero genovés, agraciado por el adelantado
Alfonso de Lugo en el reparto de tierras tras finalizar la conquista de
la isla.
Su
primera fábrica data del Siglo XVI, aunque fue reedificada a mediados
del Siglo XVII, coincidiendo con la otorgación del marquesado por Real
Cédula del rey Don Carlos II. La casa no fue afectada directamente por
la erupción de 1706, fecha clave y punto de inflexión en la historia de
la Villa, aunque si sufrió un posterior incendio de cierta entidad.
Enseguida se comienza la reedificación que parece estar finalizada en
octubre de 1709, fecha en que las monjas Concepcionistas se refugian en
la Casa del Marqués de La Quinta Roja, su protector. Acabado su nuevo
convento en 1749, se trasladan a él tras cuarenta años de habitar un
sector de la casa.
*Extraído de la web del Hotel Rural, en el que se ha convertido actualmente la casona.